Nada tiene de extraño que en la actualidad no sea ya sólo desde el Estado nacional que “lo étnico” adquiere un nuevo sentido y referencia, y que desde la misma sociedad civil la realidad indígena adquiera una significación inédita, cuando los indígenas empiezan a pensarse y actual como ciudadanos. En esta construcción de una ciudadanía indígena comienza a diseñarse una nueva definición de “lo étnico”.
Sin embargo, esta renacionalización de la “cuestión étnica” no es ajena a los modernos procesos de globalización, y de integración de todas las sociedades a una economía, cultura y política globales; perdiendo así sus referentes tradicionales de identidad, como residuos del pasado, para adoptar las connotaciones de un fenómeno moderno.
El estudio de la pobreza indígena, a más de relativizar los indicadores de medición, platea la dificultad de aislar su análisis, sobre todo si reconocemos que los indígenas siempre han sido pobres y siguen siendo el grupo más pobre de la sociedad.