El proyecto del Socialismo del Siglo XIX, en América Latina, obvió el contexto internacional y particularmente las transformaciones que ha sufrido el capitalismo industrial clásico en las últimas décadas, reciclando más bien el viejo discurso anti-imperialista y afirmando la posibilidad de una nueva vía autónoma de desarrollo.
Así, bajo el discurso nacionalista y del desarrollo autónomo, se han restablecido políticas neoliberales y estructuras productivas, determinadas por las reglas del capital financiero internacional.
Se trata de analizar las transformaciones del capitalismo contemporáneo que se han dado a raíz de la revolución financiera y particularmente de la crisis financiera del 2007-2008. En la que se generaron cambios sistémicos que no solo limitan las posibilidades de los gobiernos reformistas de izquierda, sino que están vaciando los procedimientos democráticos tanto en la llamada periferia, como en los países en donde nació el proyecto democrático.