El sismo del 5 y 6 de Marzo de 1987, provocó, entre sus otros efectos, una altísima y solidaria participación de uno de los sectores sociales más damnificados: los campesinos indígenas de Cayambe. Según fuentes confiables se destruyeron completamente más de cuatro mil viviendas, y con serios daños cerca de tres mil. Desde su ya lucha contra la adversidad los indígenas de Cayambe, con el acompañamiento del CAAP han logrado reconstruir en un año 1.979 viviendas. El programa de reconstrucción no se planteó grandes, y a veces inalcanzables, aportes tecnológicos; se trató de desarrollar con las comunidades un programa que pudiera utilizar los materiales y las habilidades locales, incorporando su energía e iniciativa, aportando también hacia futuras líneas de acción en programas de vivienda rural en los Andes.