El crecimiento urbano en los países subdesarrollados refleja en su desproporcional distribución del espacio las desigualdades sociales; los barrios populares, los suburbios, los cinturones de miseria, las periferias del subdesarrollo capitalista tienen en las ciudades características comunes. El concepto de marginalidad o de suburbanización aplicados al problema han buscado señalar el desequilibrio entre el crecimiento de una pobreza poblacional y el nivel productivo de la sociedad; el desajuste entre un lento y discriminado proceso de industrialización y el acelerado proceso de concentración de pobladores entre la miseria. La desigual acumulación de riquezas característica de los países subdesarrollados como el Ecuador junto con los desequilibrios regionales y de subempleo, cuyas características socio—económicas y culturales va a traducirse en formas de asentamientos (sub)urbanos.