Los estudios sobre el trabajo en América Latina y el Ecuador, en su abordaje de las dinámicas globales, vienen desarrollando análisis sobre los cambios del trabajo y sobre la propia producción teórica que gira en torno a los mismos. Estos cambios responden a las diferentes condiciones económicas, políticas y epistemológicas que se han desarrollado en las últimas décadas. En todo caso, han estado indudablemente marcadas por la articulación de las antiguas informalidades y los requerimientos de los nuevos procesos productivos y las divisiones sociales y geográficas del trabajo a las que han dado lugar. En dichos análisis, el trabajo se ha ido conformando como un objeto de estudio con un estatus propio.