Construida en relación al “otro” pero en referencia a sí misma, la feminidad se constituye a través de un complejo proceso, como complejo es el ser humano, inacabado como lo son las sociedades que le dan su significación. El tema, requiere, exige, un enfoque multidisciplinario ya que como nos señala Martine Lerude, en su artículo, se sitúa en el “centro de los intercambios humanos”.